Ciruelax Comprimidos

Recuperación de la salud digestiva pos-COVID

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La flora intestinal o microbiota también sufre las secuelas de una recuperación pos-coronavirus, debido a la combinación de medicamentos administrados a un paciente con COVID-19. A esto debe sumarse que, con el confinamiento, hubo cambios en los hábitos alimentarios. No solo fisioterapia respiratoria se necesita en el pos-COVID-19, también es necesario consultar con un nutricionista para rehabilitar la salud digestiva.

¿Qué es la flora o microbiota intestinal?

La mayor población de microorganismos en el cuerpo humano reside en el intestino, se trata de la microbiota calificada como intestinal. Hay de 150 a 200 veces más genes en la microbiota de un individuo que en el conjunto de sus células. La flora o microbiota intestinal es importante porque nos defiende contra los microorganismos dañinos, enseña al sistema inmunitario a diferenciar entre amigos y enemigos, degrada toxinas y permite la digestión de ciertos alimentos (como las fibras alimentarias) que los humanos no podemos digerir. Cuando la microbiota intestinal transforma las fibras alimentarias, produce moléculas importantes (ácidos grasos de cadena corta, por ejemplo), cuyos beneficios van más allá del intestino, facilita la absorción de minerales (magnesio, calcio y hierro), sintetiza ciertas vitaminas esenciales (vitamina k y folato [b9]) y aminoácidos (es decir, los componentes de las proteínas).

Consejos para equilibrar la flora intestinal

Algunos profesionales de la nutrición indican que para mantener el equilibrio adecuado de la flora intestinal debemos llevar una alimentación variada.

Una alimentación pos-COVID para nutrir y restaurar la flora se debe basar en:

  • Frutas y verduras. Se recomienda variar cada día el tipo.
  • Yogur.
  • Legumbres como: poroto, arveja y lentejas.
  • Panificados integrales o con salvado.
  • Probióticos, que impulsan el buen funcionamiento del sistema inmune.

Impacto de la actividad física en la microbiota

El aislamiento por la pandemia del COVID-19 pudo haber afectado la flora intestinal indirectamente, debido a que las personas redujeron su actividad física y cambiaron sus hábitos alimentarios. En este sentido, la actividad física tiene efectos positivos en la recuperación de la microbiota intestinal.

Realizado de manera constante, el ejercicio físico aumenta la diversidad de la microbiota intestinal, estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas que se encuentran de forma natural en él y previene frente a enfermedades como el cáncer colorrectal, la obesidad, la ansiedad y depresión.

Consumo de fibra y microbiota

La forma de comer cambió radicalmente en la cuarentena y las personas optaron por los alimentos procesados y comidas rápidas. Hubo una reducción en el consumo de frutas y verduras. Mantener una flora intestinal sana es importante por las funciones que cumple y para prevenir enfermedades metabólicas, como la obesidad, diabetes, entre otras.

Los antibióticos pueden provocar un desbalance en la composición de la flora intestinal

Como consecuencia del uso de antibióticos pueden aparecer síntomas como estreñimiento o diarrea. Durante su consumo es importante beber una cantidad adecuada de agua y consumir fibra. Por ningún motivo se deben consumir antibióticos de forma crónica, a no ser por indicación médica.

No hay recetas mágicas y tampoco es bueno usar la dieta de otra persona para el beneficio propio. Las condiciones particulares de cada uno y su grupo familiar inciden en la composición de su flora intestinal. Debido a lo anterior, es aún más importante consultar con un nutricionista para que formule una dieta adecuada a los hábitos y necesidades de cada uno y que a su vez favorezca la recuperación de la salud digestiva pos-COVID.

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