Los trastornos digestivos funcionales que se presentan en infantes sanos, constituyen un conjunto de síntomas crónicos recurrentes y afectan su calidad de vida y la de sus padres ya que, con periodicidad, no pueden contenerlos.
En la mayoría de los casos, los trastornos se deben a una inmadurez del tracto gastrointestinal y se manifiestan como:
- Regurgitación.
- Constipación.
- Cólicos.
Más de la mitad de los infantes de entre tres semanas y un año de edad pueden sufrir algún trastorno digestivo funcional. Algunos especialistas advierten que los síntomas no deben confundirse con patologías orgánicas, ya que con diagnóstico y modificaciones en la dieta pueden superarse.
Algunos estudios sostienen que el 30% de los niños padece regurgitación, entre el 15-20% estreñimiento y el 20% cólicos. En base a esos datos, los expertos concluyen que el 50% de los bebés va a presentar alguno de estos trastornos entre las 3 semanas y el año de vida.
Más del 50% de los niños de hasta un año pueden padecer regurgitación o cólicos. La mayoría de las veces no representan mayor peligro.
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