Undécimo cuento
En una caja de cartón habitan 6 vasos de vidrio. Esperan la llegada de su momento: el día en que alguien escoja al afortunado y lo llene de algún líquido.
Algunos sueñan contener cosas cotidianas -como agua, leche o jugo- mientras que otros aspiran a lo extraordinario: bebidas burbujeantes o de colores fulgurosos.
Por las noches los vasos imaginan su futuro resplandor. Así alejan sus miedos. Porque los vasos le temen a los niños. Saben que si se quiebran, no podrán contener a los líquidos.
Como en toda regla hay excepciones, de la arena de una playa nació un vaso llamado V. A V no le interesaba contener líquidos. Sabía que ella había nacido para otra cosa. Lo que V anhelaba era cantar.
-¿Cantar?- preguntaron sus compañeros
-¿Te volviste loca?
- ¿Acaso no te das cuenta de que eres un vaso?
-¿Y cómo pretendes cantar, si ni siquiera sabes hablar?
Y ahí estaba el problema. V no sabía cómo realizar su sueño. Nunca había escuchado de algún vaso que compartiera su anhelo.
Pasó el tiempo y su caja fue dispuesta en un estante. Alguien eligió su paquete, lo llevó junto a otros objetos hasta una casa y la dispuso en el estante de la cocina.
Sus pares fueron conteniendo agua, limonada, leche con chocolate, frutilla y plátano. Cada vez que abrían el estante, V hacía esfuerzos por hacerse invisible.
Hasta que la mañana en que V quedó sola en el estante de la cocina, unos dedos pequeños la tomaron y la pusieron sobre la mesa ¿Quién la había sacado? ¿Qué quería hacer con ella? Ahí vio a una niña que le echó un poco de agua caliente y luego empezó a frotar su índice una y otra vez por su borde.
Entonces V sintió una fuerza que la remeció de pies a cabeza. Todo su cuerpo se puso a cantar. Así V descubrió que su canto era diferente al de un pájaro o un humano. Su canto era alto como el de las sirenas.
V no daba más de felicidad. Sentía tanta alegría que ni escuchó cuando sus compañeros la gritaron desde el lavaplatos:
-¡Siempre supimos que cumplirías tu sueño!
Fin.
Sugerencias de Lectura
Te damos algunas sugerencias del tipo de preguntas que puedes usar para conversar durante y después de la lectura de Vasos.
Mostrar consejosNota para los padres: Estas preguntas evitan respuestas si/no, privilegiando conversaciones que hagan a los niños reflexionar sobre lo leído y conectar lo leído con sus propias experiencias. No es un interrogatorio ni se trata de evaluar las respuestas como buenas o malas, sino de guiar la conversación entre tú y tus hijos. Deja que ellos respondan, pero también que te hagan preguntas que tú respondas.
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